El baile de impuestos está más vivo que nunca. Según han alertado fuentes empresariales a este diario, se preparan ya para una subida del IVA que entraría en vigor el 1 de enero de 2012.
Así, diversas grandes compañías han advertido a sus proveedores de que se prepara un incremento del tipo general del impuesto al 20% y ya trabajan con este escenario. Los malos datos de recaudación registrados han dado alas a los temores de las empresas, que no se quieren ver sorprendidas. A fin de cuentas, Bruselas recomendó a España una subida de este impuesto el pasado junio. Tanto la UE como la OCDE avisan desde hace tiempo de que el futuro pasa por una incremento de la tributación indirecta que conlleve mejoras para las empresas en cotizaciones.
Todo hace indicar que es Europa la que auspiciaría otra del IVA, para así garantizar el cumplimiento de los objetivos de déficit marcados. De todos modos, una iniciativa de estas características retraería el consumo y podría ralentizar a la economía española donde más le duele: en la demanda interna.
No en balde los rescates de Grecia, Irlanda o Portugal han ido acompañado de respectivas subidas de este impuesto. Los desalentadores datos de recaudación que Economía hizo públicos el pasado miércoles, que muestran que el IVA ya cae, alientan las suspicacias.
Mientras los ingresos del Impuesto sobre Sociedades se desploman, con una caída del casi el 25% en los siete primeros meses (que se dispara al 45% sólo en el mes de julio), el IVA empezaba también a caer. Un año después de la subida de este tributo, en julio de 2011 la recaudación bajaba un 14,8%.
