miércoles, 2 de noviembre de 2011

Una historia de presuntos “chorizos” y de “sus reales degüellos”.

Podría comenzar diciendo: “Érase una vez…” pero como no es una ficción sino la triste y dura realidad cuento lo que sigue. Durante los días de la semana pasada han ido apareciendo en el Diario regional Hoy, una serie de noticias. La primera fue sobre la denuncia que hacen los arquitectos del Parking de Conquistadores de las irregularidades del proyecto. Una noticia de escándalo inmobiliario que ha pasado inadvertida y sin mayor trascendencia para muchos. ¿Será que en medio de tanto desastre económico este escándalo de malversación de dinero público no interesa? ¿Irá la “moda” de los escándalos por otro lado? En realidad Badajoz no es Marbella, ni Madrid, y un asunto de mínimo cuatrocientos mil euros, que no sabe nadie donde están, pasa como si nada.

 Esta primera noticia la reseñaba el Diario Hoy en páginas impares. Hay que decir que esto es significativo ya que una noticia en la página de la derecha se suele leer más. Tanto el titular, como el subtitular, dejaban claro que los afectados de este oscuro asunto eran los arquitectos Juan Carlos Sánchez y a Ángel Ganivet. Arquitectos que, por negarse a firmar las certificaciones de la obra del parking, fueron rescindidos de su contrato, vamos que fueron “degollados” intelectual y económicamente. Quien hacia esto tenía la misma actitud que Maquiavelo relata cuando habla de lo que debe hacer el príncipe Cesar Borgia. ¡Qué miedo vivir en una situación de tiranía de poder! Y al mismo tiempo ¡qué tremendo que se den estas situaciones en un contexto de Estado de derechos!En el mismo Diario volvió a salir, una segunda noticia sobre este asunto con un sibilino titular: Los técnicos municipales estudian el aparcamiento de Conquistadores. Qué curioso, ha pasado dos años y es ahora, cuando los arquitectos del proyecto destapan la “caja de Pandora” de los desaguisados del parking, cuando a los técnicos municipales les da por ponerse manos a la obra. ¿Qué han estado haciendo hasta ahora? ¿Ha hecho falta que los arquitectos del proyecto se quejen públicamente de la malversación intelectual y económica sufridas para que el Ayuntamiento reaccione?

Lo peor de este asunto es que la empresa constructora, Mesas del Río, no recibió de nadie ningún “monitum” ya sea cuando rescindía los contratos de los arquitectos o cuando, a sus anchas, manipulaba los elementos a colocar en el Parking. Los únicos que les han hecho cara, desde el principio, han sido los creadores intelectuales del proyecto. Esta reacción les valió que los pusieran en la calle. ¿Hasta donde llega el poder de esta empresa capaz de manipular y echar fuera a los arquitectos creadores?

¿Por qué no ha reaccionado el Ayuntamiento, que es dueño del suelo donde se edifica? ¿Por qué no dice nada al denunciarse, en su momento, estos desajustes? ¿Por qué no pregunta ante la evidente recensión de la dirección técnica de estos arquitectos? ¿Se olvidó el ayuntamiento de Badajoz que la propiedad intelectual del proyecto es de Juan Carlos Sánchez y de Ángel Ganivet? ¿Hay que pensar en una “alianza bajo cuerda” de Mesas del Río y el Ayuntamiento de Badajoz? ¿Cuál es la relación de las “masas grises” que nos gobiernan con estos “constructócratas”? La respuesta es la de siempre y es que sigue habiendo una oligarquía tan fuerte, un “compadreo interesado” allí donde se puede “sacar tajada” que da lo mismo todo.

Y junto a todo este asunto la cuestión latente es ¿por qué un gobierno del PP que se jacta de ser impoluto en escándalos inmobiliarios se presta a los favoritismos en este asunto del parking de Conquistadores? Si existiera un maridaje Ayuntamiento-Mesas del Río este es un mal maridaje dado que esta empresa, a pesar de su empaque anunciante, tiene fama de ir dejando “cadáveres económicos” por muchos lugares. En Badajoz tiene un “cadáver” llamado Parking de Conquistadores, que todavía huele. Es real que por motivo de impagos a diferentes empresas de la construcción acumula denuncias en los juzgados. Con lo cual se deduce que Mesas del Río no es “una hermanita de la caridad”, al menos en este asunto del Parking no ha estado fina, y que a la vista de tanta anomalía económica tiene la identidad propia de unos presuntos “chorizos”. ¿Dónde andarán los dineros ahorrados? ¿Estarán en un “Paraíso fiscal” o a medias en el bolsillo de algún político “avispado”?

La tercera noticia nos viene de la mano de la propia constructora, Mesas del Río. Esta llega al colmo del cinismo cuando, en el mismo Diario Hoy del sábado 29 de octubre, responde a las denuncias subrayando que la culpa de todos los despropósitos la tienen los arquitectos. Esto lo argumenta con datos completamente contradictorio. En su simple retórica se le olvida decir que el plazo de ejecución de la obra contratada era de 21 meses, es decir, comenzar en junio del 2007 para terminar en marzo del 2009. Salta por alto que su sinvergüencería provocó la expulsión de los “molestos” arquitectos en enero del 2010, y todo después de haber acabado el plazo de cumplimiento. Por tanto, desde que se expulsa a los arquitectos hasta hoy, mínimo se ha duplicado el plazo de ejecución de la obra según el contrato. Con lo cual los arquitectos no son los responsables de incumplir los plazos ya que se podía haber terminado íntegramente la obra sin ellos. Dicho esto la responsabilidad recae, directamente, sobre la constructora que, por el momento, lo único que hace es echar balones fuera.

En fin, si este asunto es grave y después de dos años salta a la palestra social, ¿dónde ha estado el Colegio de Arquitectos? Cualquiera hubiera esperado una declaración de esta institución. ¿Por qué no sale al paso de estas injurias sobre los errores de cálculo que se les imputa a los arquitectos? No hay que perder de vista que el Colegio de Arquitectos tiene en su poder un documento visado por él mismo y entregado en el Ayuntamiento donde se contrasta fidedignamente que no existe desvío presupuestario por parte de estos arquitectos hasta el momento en que son despedidos respecto al proyecto de ejecución original.

Y los partidos de la oposición ¿qué dicen ahora? En estos días no ha habido por su parte ninguna declaración al respecto. ¿Por qué no hablan? Lo dijeron todo cuando, en otros momentos, acusaron de irregularidades en la ejecución del proyecto en cuestión, eso sí, sin ahondar en el asunto.

El año pasado, el primero en denunciar todo este asunto fue el concejal de IU. De nada sirvió. Se le pusieron excusas. Hace unos meses el PSOE hizo unas declaraciones en la revista de su partido anotando que el Ayuntamiento “en perfecta unión con una empresa “amiguísima”, han convertido en un baile de consentimientos y de adaptación de la normativa a los intereses de una empresa, sin atender al interés general de la ciudad”. Por qué quien dice esto no pidió, de inmediato, una auditoría del asunto. ¿Por qué calla después? ¿Temerá el PSOE que surjan los “demonios del pasado” cuando Montesinos era alcalde y algún socialista interesado le hacia la cohorte? En todo esto me parece que hay muchos que piensan lo que van a decir y callan más de lo que saben. ¿Por qué este miedo?

Me alegra que Juan Carlos Sánchez y a Ángel Ganivet, siguiendo esa ética propia del buen profesional, se negaran a firmar las certificaciones de obras y ahora denuncien los estragos de estos “poderosos del ladrillo” devolviendo un poco de cordura a esta realidad social donde los “enanos” parece haberla tomado como su cortijo particular.

Espero que estas personas no sufran las consecuencias de haber “herido al dragón”, Mesas del Río/ Ayuntamiento de Badajoz. La “bestia de dos cabezas”, en sus estertores, puede arremeter sin piedad y lo hará sin que se note que es abuso de poder.
Por Faustino Lobato
Fuente:  facebook.com