viernes, 25 de marzo de 2011

"Mobbing": El acoso laboral.

El hostigamiento psicológico deliberado y continuado hacia un trabajador se denomina mobbing y se calcula que en España lo sufren más de dos millones de personas.

Las empresas pueden ser lugares muy agresivos para muchos empleados, cuando estos son objeto de continuas humillaciones, burlas y desprecios que los infravaloran y los convierten en unas víctimas dentro de su propio trabajo.

Muchas veces, la gente que lo sufre no sabe identificar realmente lo que le está pasando y, en otras ocasiones, el miedo a quedarse en paro hace que aguanten las vejaciones y desarrollen una indefensión aprendida debido al rechazo y a la impotencia que sienten.

Características del acoso laboral

Los compañeros le hacen el vacío y tratan de que el acosado se sienta aislado. Sufre constantes críticas y amenazas. Se le suele sobrecargar de trabajo, sabiendo de antemano que no podrá realizarlo en el tiempo asignado.

Se le infravalora, no recibe nunca cumplidos, le suprimen responsabilidades y se le dan trabajos muy por debajo de sus posibilidades, o, incluso, se eliminan sus tareas por completo para hacerle sentir un inútil.

Se intenta por todos los medios que la víctima se sienta ignorada y se propagan rumores y calumnias sobre ella para desprestigiarla y hacerle creer que es despreciable e incompetente y que no sirve para nada.

El acosado se siente culpable

La mayoría de las personas que sufren mobbing se sienten culpables y piensan que tienen que haber hecho algo muy mal para recibir un trato tan inhumano por parte de todos sus compañeros, aunque siempre suele haber uno que dirige la maniobra.

Los daños son psíquicos y físicos: Las víctimas no entienden nada, la situación les es incomprensible. Están avergonzadas y se deteriora notablemente su autoestima y la seguridad que tenían en ellas mismas, tanto a nivel personal como a nivel profesional, llegando a cuestionarse su propia capacidad y a somatizar el conflicto, que le puede provocar auténticas enfermedades físicas, debido a la presión que sufren sin ningún fundamento.

Las personas que sufren mobbing suelen ser trabajadores brillantes

Generalmente, las personas que sufren mobbing son buenos trabajadores, muy competentes en su profesión, muy formales y con muchas ganas de progresar.

Este tipo de trabajadores despierta celos profesionales y envidias y los acosadores tratan de desestabilizarlos para que tiren la toalla y se vayan a su casa.

Por tanto, si observan que la víctima da síntomas de desesperación y de disgusto, insistirán en su estrategia de acoso y derribo con mayor intensidad, ya que los resultados les indican que están consiguiendo su propósito.

Los acosadores pueden considerarse unos psicópatas

Quienes practican el mobbing tienen rasgos de verdaderos psicópatas: les falta capacidad de empatía y de compasión, tienen carencias emocionales que no han aprendido a desarrollar a lo largo de sus vidas y muestran una falta de respeto, de consideración y de compresión que hace que su denigrante actitud pueda considerarse como un auténtico delito contra la humanidad, más que contra una sola persona.

En la medida que estas personas se toman la libertad de humillar, criticar, desvalorizar y despreciar a un compañero de trabajo para demostrar una pretendida superioridad sobre él, están agrediendo, al mismo tiempo, también a todos los demás, con su falta de solidaridad.

Cómo abordar el “mobbing”

Las personas que sufran acoso laboral, no deben culpabilizarse a sí mismas, sino, bien al contrario, tienen que armarse de valor y denunciarlo. Es la mejor arma contra el mobbing. El silencio no beneficia al acosado, porque el acosador seguirá siéndolo cada vez con mayor frecuencia, manipulando a las personas del entorno para que también lo acorralen.

En estos casos, es muy importante buscar pruebas o testigos de lo que está pasando y no asustarse, sino enfrentar la situación y denunciarla. Hay que actuar siempre y no resignarse ni aguantar.

El “mobbing” tiene importantes consecuencias

La ansiedad, la depresión y el insomnio hacen mella en las víctimas de acoso laboral y pueden dejar serias secuelas. Algunas se refugian en el alcohol, o sufren cambios de personalidad, otras se toman la justicia por su mano y atacan a su agresor y también las hay que actúan contra ellas mismas: se calcula que uno de cada cinco suicidios en Europa está relacionado con el mobbing.

La Organización Mundial del Trabajo (OIT) asegura que el 10% de los trabajadores españoles padecen acoso en su puesto de trabajo, en tanto que la media europea es del 9%.

La buena noticia es que, por fin, el código penal español ha tipificado ya el mobbing como delito.

FUENTE: auroradelprado