martes, 24 de julio de 2012

Carta abierta de CCOO Economía y Hacienda a Cristóbal Montoro.

Sr. Cristóbal Montoro Romero
Ministro de Hacienda y AAPP

Me dirijo a Ud. para sugerirle, solicitarle, o incluso para exigirle, como trabajador, como representante de los trabajadores y trabajadoras de su Departamento Ministerial, y como ciudadano, que juegue limpio, que no engañe, que no trate de enfrentar a la ciudadanía con los empleados públicos, ni a estos últimos con sus representantes. No lo va a conseguir porque las agresiones son tan fuertes, tan profundas y tan generalizadas, que por más que mientan, manipulen y traten de enfrentarnos, el sentimiento colectivo de agresión y la necesidad de defendernos es tan grande que no lo van a poder parar.

Manifiestan Uds. diariamente una incapacidad técnica clamorosa en la adopción de medidas que, lejos de solventar la situación de crisis actual, nos hunden más y más en el fango, gravando a unos, la inmensa mayoría de la ciudadanía, mientras apoyan, defienden y protegen a otros: banqueros, especuladores, defraudadores y corruptos, auténticos protagonistas causantes de la actual situación y sin embargo permanentemente beneficiados con las medidas del Gobierno del que Ud. forma parte.

Sr. Ministro, es absolutamente falso e injusto que seamos demasiados los empleados públicos de este país, sino más bien al contrario. Como es también falso y malintencionado el acusar, y tratar de linchar ante la ciudadanía al conjunto de trabajadores y trabajadoras de las Administraciones y Servicios Públicos, tratándonos socarronamente de vagos y maleantes (aquellos del "cafelito y el periódico"). Debería estar Ud. orgulloso de poder contar con personas que, a pesar de los escasos medios disponibles en ocasiones, cumplen su cometido como servidores públicos con un muy alto grado de eficiencia y eficacia, en condiciones cada vez más adversas a cambio de un salario que más bien podría denominarse subsidio de supervivencia en no pocos casos. El mejor activo de los servicios públicos son sus trabajadores y trabajadoras. Evidentemente no me estoy refiriendo a esa legión de asesores y altos cargos, que han colocado Uds. en todos los ámbitos de las Administraciones.

El alejamiento que buscan entre ciudadanía y empleados públicos, no se va a producir porque, muy al contrario, cada día es mayor el grado de reconocimiento de la ciudadanía hacia la labor desarrollada por todos nosotros, personal de la sanidad, educación, lucha contra incendios y catástrofes, cuerpos de seguridad, personal de administración, etc. Cada día sentimos un apoyo mayor entre los ciudadanos y ciudadanas ante el injusto trato al que su Gobierno nos trata de someter, y la complicidad mutua es creciente. En definitiva, las mentiras y el desprestigio de "los funcionarios públicos" ya no funcionan.

Tratan Uds. de enfrentar también a los ciudadanos con las organizaciones sociales y sindicales, al igual que en el caso anterior, desprestigiando con burdas mentiras que airean a través de "sus medios de comunicación", en un afán de debilitar la herramienta más útil que tenemos los trabajadores para hacer frente a sus brutales e injustas decisiones.

Intentan asimismo enfrentar a los empleados públicos con sus representantes, con el mismo objetivo, enredar, debilitar, pero sobre todo desviar la atención y el foco o motivo del conflicto en las Administraciones Públicas, que no es otro que las salvajes medidas que su Gobierno trata de imponer a todos los empleados públicos y a nuestras familias. Pero al igual que antes, le repito que no lo van a conseguir, que el grado de complicidad entre representantes y representados es cada día mayor, porque todos y todas hemos comprendido que estamos en un mismo barco y hoy el enemigo es Ud. y su Gobierno, y las víctimas nosotros, nuestros hijos e hijas y nuestros mayores, si me apura, la sociedad en su conjunto.

Miente Ud. descaradamente Sr. Ministro cuando habla de su intención de disminuir un número de "liberados" irreal y de un supuesto ahorro a todas luces falso. Los verdaderos liberados, que suponen un enorme despilfarro de fondos públicos, son los "asesores" que han entrado en la Administración de su mano o de la mano de sus compañeros y compañeras de partido, familiares y amigos, con retribuciones vergonzosamente elevadas a cargo de los contribuyentes y desplazando de sus puesto de trabajo a empleadas y empleados públicos de demostrada competencia y profesionalidad.

Manipulan Uds. el término "liberado", atribuyéndoselo despectivamente a todos las personas que dedican parte de su jornada laboral al desempeño de tareas de representación de sus compañeros y compañeras, la mayoría de las veces en condiciones muy difíciles, enfrentándose a las arbitrariedades que diariamente se producen, defendiendo las condiciones de trabajo y tratando de mejorarlas cuando no de combatir brutales agresiones como las que estos días nos ocupan.

En la mayoría de los casos, estas personas, estos representantes que están en los centros de trabajo, dedican una parte de su jornada laboral, en función de su grado de compromiso a defender las condiciones de trabajo de TODOS sus compañeros y compañeras, hipotecando en no pocas ocasiones su propia carrera profesional, percibiendo las retribuciones más bajas, puesto que quedan marginados de toda adjudicación de complementos, productividad, etc, dedicando una buena parte de su tiempo libre, de sus tardes y de sus fines de semana, incluso de sus medios, a trabajar por y para sus compañeros y compañeras. Este extremo se lo pueden corroborar perfectamente sus subordinados, quienes llevan las relaciones laborales en su departamento.

Pero quizás sea absurdo decirle esto a Uds. porque no lo entenderán jamás, porque no entra dentro de su lógica, o lo que es peor, pensarán simplemente que somos idiotas. En el fondo nos da igual lo que piensen a este respecto.

Es absolutamente repugnante que traten de eliminar o reducir a la mínima expresión el número y medios de los representantes que estamos en los centros de trabajo (miembros de juntas de personal, comités de empresa, delegados de personal y delegados sindicales) agrupando centros que poco o nada tienen que ver entre sí, en un intento de alejar a los representantes de sus representados y dificultar enormemente su trabajo. Pero no lo van conseguir, porque pase lo que pase, seguiremos luchando dentro y fuera de la jornada laboral, contra los excesos de sus gestores y contra sus arbitrariedades.

Sr. Ministro, reitero mi solicitud, juegue limpio, sea honesto, no retuerza la realidad en un intento imposible de justificar lo injustificable, deje de atacar y criminalizar a las empleadas y empleados públicos. Den un paso atrás, retiren las medidas que lo único que consiguen es crear crispación, estrangular a los empleados públicos y a la ciudadanía en general, contraer aún más la economía y comprometer gravemente las condiciones de vida de los ciudadanos a quienes dicen representar.

Fdo.: José Carlos Lázaro García
Secretario General CCOO Economía y Hacienda.