Publica el diario El Mundo una carta del director, Pedro J. Ramírez, titulada Cuatro horas con Bárcenas. En el excelente blog Caffe Reggio que recopila editoriales, artículos y cartas de los diversos diarios de este país, se encuentra publicada en su integridad. Realmente no tiene desperdicio acerca de la supuesta financiación ilegal del Partido Popular durante los últimos 20 años, recibiendo donaciones en metálico de constructores y otros empresarios que a su vez obtenían adjudicaciones o contratos de las administraciones públicas gobernadas por el PP.
¿Y a qué viene esta entrada manifiestamente política? Pues a que de resultar ciertas las informaciones transmitidas por Bárcenas, esas cantidades de dinero al final han salido de las arcas públicas. De idéntica forma ocurre con el caso de los ERE en Andalucía, esta vez salpicando al otro partido ¿grande? de este país, el Partido Socialista Obrero Español, siempre supuestamente, al igual que la supuesta financiación irregular de los sindicatos UGT y CCOO en el supuesto saqueo de las arcas andaluzas.
¿Y de cuantos millones estamos hablando? ¿Decenas? ¿Cientos? Y si vamos sumando casos y casos de corrupción política, (Gürtel) es posible que el despilfarro, la mala gestión y los delitos realizados se hayan llevado miles de millones de euros de las arcas públicas. Y claro, luego nos vienen con el mantra de la eficiencia de las administraciones públicas, de la buena gestión, de la transparencia, de las privatizaciones, del cierre de centros de salud, centros educativos, centros de dependencia, de atención de mayores, de bibliotecas, de atención a inmigrantes, de servicios públicos en definitiva.
Esos servicios públicos que tanto el PP como el PSOE están destrozando. Lo que me cuesta trabajo de comprender es que ambos partidos, que son los que hasta ahora nos han desgobernado, aún mantengan intenciones de voto por encima de otras formaciones políticas. ¿Tanto estómago agradecido existe en este país? ¿O es que la ciudadanía pasa de todo y solo votan los afiliados o afines? Si queremos cambiar este país y regenerarlo, hacer limpieza y echar de una vez por todas tanta corrupción, la ciudadanía tendrá que participar y apoyar a los empleados públicos (personal de justicia, personal sanitario, personal de educación...) que son los únicos que pueden parar este caos de país, que no fueron puestos a dedo por ser pertenecientes a partidos políticos, ni amigos de, ni familiares de, ni devolución de favores de. Es personal que superó unas pruebas de ingreso bajo los principios constitucionales deigualdad, mérito y capacidad, que mantienen su independencia del poder político que gobierne y que por esa razón gozan de inamovilidad en su condición de funcionarios públicos. Y hasta que la ciudadanía no lo comprenda, todo seguirá igual o peor.
Como funcionario de carrera y empleado público, os solicito que difundáis los valores éticos de los funcionarios de carrera, y que defendáis hasta la extenuación el valor de tener unos servicios públicos fuertes, no dirigidos por los poderes políticos y en donde la TRANSPARENCIA con mayúsculas sea una realidad.
Fuente: Carlos Yebra Matiaci
