miércoles, 19 de octubre de 2011

Mi realidad.

Poliédrica, multiforme, cambiante, inabarcable… La percepción que tenemos de la realidad es siempre parcial. Nos llega a través de múltiples filtros: el periódico que leo, el informativo que más me gusta, la calle por donde paso, la empresa en la que trabajo, el dios Google o la diosa Wikipedia.
El árbol que no me deja ver el bosque, o el bosque que no me deja ver la hierba. Optamos, no puede ser de otra forma, por una mirada concreta, por un análisis determinado. Ponemos el foco donde nos interesa, o nos lo ponen donde interesa a otros. Al fin y al cabo, nos hemos educado de una manera, nos han influido personas e ideas, y nuestra experiencia personal y vital nos marca y nos empuja por un camino. Confiamos en determinados medios, en la fiabilidad de los análisis de personas que admiramos o a las que atribuimos un alto grado de credibilidad.  Supone un acto de fé, asumido por necesario, y muchas veces no consciente. Esa relatividad, ese reconocimiento de que nuestra percepción de la realidad es parcial, sin embargo, no paraliza nuestro pensamiento, no invalida nuestra capacidad de comprensión, de entendimiento. Por otra parte, esa experiencia personal diaria, el contacto con nuestra realidad más inmediata y cercana, supone la información fundamental acerca de lo que pasa, de lo que nos pasa.
Tenemos realidades virtuales, aumentadas y deformadas, tenemos realidad cuantitativa, la de las estadísticas,  y realidad cualitativa, la de las personas. Tenemos la realidad que supera a la ficción, y tenemos la aplastante, cruda y tenaz realidad, la que nos encontramos a pie de calle: ese amigo que lleva dos años en paro, va para tres,  y que no encuentra nada. Se agota (como su subsidio por desempleo) y se desespera.
El gps del coche en el último viaje indicaba que me movía por un descampado, pero la realidad es que circulaba por una autovía… Fíate de lo que ven tus ojos, la realidad está fuera de las pantallas, aunque éstas sean de 50” y  FullHD-3D.  No tengo 200 amigos en Facebook, ni tampoco de los de verdad. Entretenimiento. Se trata de tenernos entretenidos, mientras tanto.
Todo esto viene a cuento de la variedad de percepciones, opiniones, análisis y soluciones que encuentro cada día en la calle y en los medios de comunicación en referencia a la crisis, y a sus múltiples realidades, caras y facetas. Muchas personas que conozco me dicen que les va mal. Les creo: a casi todos nos va mal, aunque a unos peor que a otros. Es más, ahora les va mal incluso a los que aún no han nacido. Les dejaremos una herencia envenenada. A otros, pocos, les sigue yendo bien, como siempre.
Pero además de tiempo de crisis es tiempo de elecciones, de promesas y de sonrisas embaucadoras. Nos quieren hacer ver, y vender, otra realidad. Nos quieren convencer de que todos los recortes sociales y pérdidas de derechos han sido, son y serán necesarios. Algunos incluso nos cuentan que no han existido. Nos toca analizar trayectorias y valorar lo que se nos ofrece. Qué hemos perdido, quiénes nos lo han arrebatado. Qué peligros corremos.
No nos dejemos engañar.
Que me puedan mentir o decirme lo que es mejor, que yo sepa negarme a su juego… Me niego a creer lo que dicen, no quiero tomar lo que ofrecen”  Vídeo. Letra, Manolo García
No dejes que te lleven en volandas a donde no irías por tu pie”, Javier Ruibal.
Y sin embargo, hay

Fuente: ruibalero