jueves, 27 de enero de 2011

LOS FONDOS PRIVADOS DE PENSIONES SÓLO SON RENTABLES PARA LAS ENTIDADES FINANCIERAS.

Así se extrae del estudio realizado por Pablo Fernández, profesor de finanzas del IESE de la Universidad de Navarra, y Javier del Campo, asistente de investigación de la misma prestigiosa escuela de negocios. Los autores, bajo el título "Rentabilidad de los fondos de pensiones en España, 1994-2009", aseveran que, en los últimos 10 años, la rentabilidad promedio de los planes de pensiones fue inferior a la inflación, e incluso a la inversión en bonos del estado a cualquier plazo.

"El decepcionante resultado global de los fondos se debe a las elevadas comisiones, a la composición de la cartera y a la gestión activa", asegura el estudio que, más adelante concluye que "En muchos casos, los inversores perdieron la desgravación fiscal con la que el Estado les indujo a invertir en fondos de pensiones en menos de 5 años (vía comisiones e ineficiencias en inversión y gestión)".

El estudio aporta datos comparativos de rentabilidad entre los fondos de pensiones españoles, bonos del Estado y la bolsa española. En los últimos 10 años, el 93% de los fondos del sistema individual obtuvo una rentabilidad inferior a la inflación y el 99,3% obtuvo menos rentabilidad que los bonos del Estado a 10 años.

Parece evidente que estos planes privados de pensiones, que pretenden sustituir al sistema público, sólo generan rentabilidad para quienes los promueven. En el mejor de los casos, la inversión realizada en ellos obtiene rentabilidad, a corto plazo, a través de la desgravación fiscal. No obstante, esa desgravación fiscal, al alcance exclusivamente de las rentas con capacidad de ahorro -más altas que la media- supuso, en 2010, conforme afirma el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla, Juan Torres, un gasto fiscal de 1.443 millones de euros, prácticamente la misma cantidad -1.500 millones de euros- que, hoy, supone el recorte de las pensiones. Una desgravación, por tanto, bastante injusta.

Indudablemente, en España, donde el volumen de negocio de las entidades financieras sobre los planes de pensiones dista mucho del obtenido en el resto de países europeos, los bancos pretenden ampliar sus beneficios atrayendo más inversores. Un método rápido, que está dando el resultado esperado, es generar alarma social en relación a la solvencia del Sistema de Seguridad Social -el más saneado de toda Europa-. La alarma está induciendo al Gobierno a recortar los derechos de los pensionistas y, así, atrae miles de millones, de quienes pueden ahorrar algo de sus salarios, hacia los planes de pensiones privados.

Las entidades financieras utilizan esos recursos en busca de pingües beneficios que, curiosamente, obtienen por una de estas dos vías: colocándolos en los mercados financieros con altas ganancias que no repercuten a sus clientes, o gestionándolos mal, hasta la quiebra, como ha ocurrido en Estados Unidos, y obligando a los gobiernos a acudir al rescate con cientos de miles de millones. Puesto que es un juego, siempre gana la banca.

Fuente: http://www.fsc.ccoo.es/webfsc/menu.do?Inicio:114286