MADRID (Reuters) - Miles de personas se congregaron el martes
en los alrededores de un fuertemente blindado Congreso de los Diputados
en Madrid en una nueva protesta masiva contra los recortes impuestos
por el Gobierno conservador de Mariano Rajoy.
Los
más de 1.500 policías antidisturbios movilizados para custodiar la
Cámara Baja cargaron contra algunos de los manifestantes reunidos en la
Plaza de Neptuno, que según la Subdelegación del Gobierno en Madrid
llegaron a ser 6.000 personas.
Más de una veintena de personas fueron detenidas y casi una treintena habrían resultado heridas.
Los
primeros enfrentamientos se produjeron a media tarde, cuando los
antidisturbios frenaron por la fuerza a un pequeño grupo de
manifestantes que intentaron derribar las vallas que cortaban el acceso
al Congreso - donde los diputados estuvieron reunidos toda la jornada -
llegando a arrojar objetos a los policías.
Los
choques más graves llegaron por la noche cuando los policías dispararon
pelotas de goma en un intento para desalojar la concentración convocada
por la coordinadora 25-S, que agrupa a varias asociaciones de
ciudadanos indignados.
Según
las imágenes difundidas en directo por la cadena estatal RTVE, muchos
de los presentes se opusieron con una sentada en la que se corearon
consignas como "Los delincuentes están al otro lado", "No es una crisis,
es una estafa" o "El pueblo unido jamás será vencido". Según testigos
de Reuters, los manifestantes habrían logrado por un instante su
objetivo de rodear la Cámara Baja gracias a una cadena humana.
"Nos
tratan como ratas, el país se arrepentirá de dejarnos ir", dijo Elena
Quesada, una estudiante de enfermería de 22 años que participó en la
protesta de la plaza de Neptuno.
"Solo
falta que nos gaseen ya. He estado en todas la manifestaciones. He
visto morir a gente a manos de la policía durante la Dictadura y la
Transición. Esto es un día más de muchas manifestaciones", señaló Elvira
Pacheco, jubilada de Telefónica que dijo manifestarse en defensa de su
pensión.
"Mi
vida se ha doblado en gastos. Pero comeré y si pierdo en pensión a
cambio de que se vaya este Gobierno estoy dispuesta", añadió.
Entre
quienes participaron en las concentraciones matinales y en las marchas
que concluyeron en las inmediaciones del Congreso durante la tarde,
había gran cantidad de funcionarios llegados de toda España,
perjudicados por los recortes en los salarios públicos impuestos por el
Ejecutivo.
"Pedimos que nos escuchen, que den marcha atrás. No pueden hablar de democracia y Constitución. Mi
superior me está engañando, está ahí encerrado en el Congreso", dijo el
cabo San Juan, un guardia civil de 26 años que llegó desde Sevilla
visiblemente indignado con un recorte de 700 euros en su sueldo.
"Yo
tengo una niña de 6 meses y me tiro trabajando 18 horas bajo la lluvia
para que me quiten 700 euros. ¿Cómo voy a pagar las vacunas de mi hija que cuestan más de 70 euros y qué le voy a regalar por Navidad? Yo tengo que estar aquí", añadió.
En el manifiesto de la convocatoria colgado en Internet (
www.coordinadora25s.wordpress.com),
se lee que el propósito era rescatar al Congreso de un secuestro que
"ha convertido a esta institución en un órgano superfluo".
RODEA EL CONGRESO
La
jornada de protestas comenzó con polémica a raíz de unas declaraciones
de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, comparando a
los manifestantes con los golpistas que el 23 de febrero de 1981 ocuparon el Congreso de los Diputados.
"Nos
hemos unido a la protesta, sobre todo porque no queremos que nos llamen
golpistas, protestamos contra los recortes, sobre todo por el subsidio
de 420 euros, que al no tener cargas familiares me lo dejan en 260",
dijo Ondina, de 30 años, licenciada en Bellas Artes y en paro, que contó
que había tenido que dejar la habitación en la que vivía en Madrid.
El
presidente del Congreso, Jesús Posada, llamó a la tranquilidad durante
la celebración de la protesta, mientras algunos diputados descartaban un
cambio completo del sistema, como piden algunos manifestantes.
"Toda
invitación a que los diputados abandonemos nuestro escaño para salir a
congeniar con quienes están planteando la necesidad de replantear, no la
legislatura, sino todo el sistema institucional, pues creo que no es
oportuno en este momento", añadió el portavoz del Partido Nacionalista
Vasco, Josu Erkoreka.
El
acceso al Congreso permanece custodiado por la policía y vallado desde
medidos de julio, cuando se celebraron varias protestas ciudadanas
contra las medidas de austeridad, que supusieron recortes en pilares del
Estado de bienestar como la sanidad o la educación, rebajas en el
sueldo de los trabajadores públicos y subidas de impuestos.
NUEVO CALENDARIO DE REFORMAS
Las
protestas coinciden con un momento delicado para el Gobierno español,
que afronta presiones para que solicite un rescate y en los próximos
días ha de presentar los presupuestos generales para 2013, que se espera
incluyan más recortes.
España
está en el centro de la crisis de deuda de la eurozona y afronta su
segunda recesión en tres años con casi un cuarto de la población activa
en situación de desempleo. Entre las medidas con las que el Gobierno
pretende reducir el déficit presupuestario en 65.000 millones para 2014
hay recortes en sanidad y educación o subidas de impuestos.
Rajoy
dice estar analizando las condiciones para una solicitud de rescate,
pero los sospechas de que pueda esperar hasta después de las elecciones
del 21 de octubre en Galicia y País Vasco para ejecutarla aumentó el precio de Letras en una subasta celebrada el martes.
También se espera que, el jueves o el viernes,
el Gobierno fije un calendario para nuevas reformas económicas, visto
como un intento para adelantarse a las estrictas condiciones impuestas
por la Unión Europea para conceder la ayuda.
Con
un objetivo de déficit presupuestario para este año que parece
insostenible, el Gobierno mira ahora hacia cosas como recortes en las
pensiones vinculados a la inflación, impuestos sobre las transacciones
bursátiles, un "impuesto verde" a las emisiones o la eliminación de
exenciones fiscales.